Ecos de risas
La risa de George resonaba en el pasillo, un sonido que solía reconfortarme, pero que hoy no hacía más que aumentar mi inquietud. Lo veía mezclarse con los invitados, alegre y aparentemente dichoso, mientras el estómago se me retorcía de duda: ¿había una desconexión entre el hombre que creía conocer y quien era en realidad? Por mucho que lo intentara, la sensación de inquietud se negaba a desaparecer.

Ecos de la risa
Uniendo los puntos
No dejaba de robar miradas a George, desesperada por captar un gesto o una expresión que pudiera confirmar o desmentir la advertencia de Jake. Todos los demás parecían felices y despreocupados, pero yo estaba nerviosa, aferrada a la esperanza de que tal vez Jake estuviera equivocado, de que todo tuviera una explicación sencilla. Aun así, atrapada en un torbellino de emociones, me encontré leyendo obsesivamente cada movimiento suyo, buscando respuestas que pudieran aliviar mi creciente inquietud.

Uniendo los puntos

