Ecos De Advertencias
Mientras caminaba por el pasillo, las advertencias de Jake resonaban implacables en mi mente, ensombreciendo cada paso. Cada sonrisa de mi familia y amigos parecía teñida de duda, apagando la calidez de su apoyo. No podía dejar de repetir sus palabras, cuestionándome si estaba tomando la decisión correcta. Quería que fuera el día más feliz de mi vida, pero su voz persistía, empañando mi entusiasmo con un persistente trasfondo de aprensión.

Ecos de advertencias
Los invitados se instalan
Cuando los invitados empezaron a tomar asiento, una música suave llenó el ambiente, creando una escena idílica que complementaba a la perfección la decoración del altar y las flores. Todos parecían relajados y preparados para una ceremonia sincera, mientras que a mí se me retorcía el estómago de los nervios. Sus rostros expectantes no hacían más que aumentar la presión: yo era la única consciente del conflicto interior que llevaba dentro y de la verdad que podía dar al traste con aquel día.

Los invitados se instalan

