Corazones pesados
Por mucho que suplicara, la advertencia de Jake y los documentos del tribunal se cernían sobre nosotros como nubes de tormenta, mientras yo luchaba por conciliar esta nueva realidad con el hombre que creía conocer. “No puedo ignorar lo que he averiguado”, le dije, con voz temblorosa, y él se limitó a asentir, hundiendo los hombros como si el peso de todo aquello se hubiera asentado por fin, dejándonos a ambos con la sensación de estar al borde de un precipicio, inseguros de si retroceder o dar un arriesgado salto hacia delante.

Corazones pesados
Afrontar la dolorosa verdad
Algo dentro de mí sabía que no podía dejar esto de lado. “George, necesito comprender tus intenciones”, dije, buscando claridad. El peso de lo desconocido me presionaba y había llegado el momento de desenredar el embrollo. Por mucho que anhelara una verdad diferente, afrontar esto de frente importaba más, y mi instinto me instaba a descubrir la historia completa, aunque ello supusiera arriesgar todo lo que habíamos planeado juntos.

Afrontar la dolorosa verdad

