La sugerencia de Lisa
Percibiendo mi inquietud, Lisa me apartó. “¿Por qué no compruebas los registros públicos?”, sugirió, con voz firme y decidida. Su idea encendió una bombilla en mi mente: tal vez podría darme algo sólido, una forma concreta de navegar por el torbellino de emociones y dudas. Lisa siempre tenía un don para las soluciones prácticas, y su apoyo me pareció un salvavidas. Era algo que podía hacer para recuperar la sensación de seguridad en mi elección.

Sugerencia de Lisa
Conversación acorralada
Acurrucados en un rincón de la bulliciosa sala de recepción, Lisa y yo hablamos en voz baja. “Si hay algo turbio, lo averiguaremos”, me aseguró, y su confianza me levantó el ánimo. A nuestro alrededor, todos los demás bullían de entusiasmo, ajenos a la tormenta que se desataba en mi interior. Tenía razón: necesitaba respuestas, y esto me parecía un paso en la dirección correcta. Nuestro breve intercambio me proporcionó una pequeña fortaleza contra la incertidumbre que se cernía sobre mí.

Conversación acorralada

