No es país para viejos
Este thriller policíaco casi occidental de los hermanos Coen y Cormac McCarthy sólo tiene el defecto de su excesiva exactitud, que roza el nihilismo y hace que no resulte atractiva para visionados repetidos. Aunque un negocio de heroína sale terriblemente mal, un delincuente de poca monta (Josh Brolin) es perseguido por un asesino a sueldo casi sobrenatural (Javier Bardem en una interpretación -y un corte de pelo- instantáneamente reconocibles). No hay una sola nota falsa en esta pesadilla de carnicería en cascada. Es una sombría investigación sobre dónde acaba el destino y empieza la autodeterminación, que se desarrolla en la cruda nada del oeste americano. Es austera, metódica e implacable.
Get Out
Cuando un joven negro (Daniel Kaluuya) visita nervioso la casa del norte del estado de Nueva York de la familia de su novia rica y se encuentra con una locura que trasciende los estratos culturales y sociales habituales, este oscuro cuento de hadas de ciencia ficción se parece en algunos aspectos a un episodio de The Twilight Zone. A la vez que crea una metáfora perfecta de la experiencia de los negros en una América “posracista” en la que quienes ocupan puestos de poder fingen que la desigualdad y la injusticia son restos de una época anterior y poco ilustrada, e incluso mientras siguen beneficiándose de ambas de formas terribles y transformadoras, el irónico guión de Jordan Peele mezcla risas surrealistas con auténtico horror.