Desde siempre, se ha representado a Jesús como un hombre delgado de pelo largo castaño, con una tupida barba y de piel blanca. Así ha sido siempre y hemos visto esta imagen en cuadros, libros, esculturas e iglesias. La imagen de Jesús ha sido estandarizada y aceptada por todas las iglesias y feligreses del mundo y nadie nunca ha puesto en duda que Jesús tuviera ese aspecto. ¿Pero era realmente así como lucía el Señor?
La Cara De Jesús
Todo el mundo hemos crecido viendo el rostro de Jesús como nos lo han presentado y nadie ha dudado nunca de que esto fuera así. Nadie jamás se ha planteado que Jesucristo pudiera en realidad, tener otro aspecto. Sin embargo, según unos recientes estudios de un historiador y profesor del King`s College, parece ser que la cara del hijo de Dios no era realmente de esa manera sino que era diferente a como lo habían representado durante siglos.
Su Representación
Pero, ¿por qué se le representó siempre de esa manera? A Jesús siempre se le ha representado con una túnica larga y blanca, sandalias de cuero, pelo largo ondulado y castaño, larga barba y piel blanca. Quizás en sus primeras representaciones, se le quiso dar el aspecto de un dios al estilo greco romano pues verdaderamente no existen imágenes de Jesucristo contemporáneas a la época en la que vivió. Las primeras representaciones que tenemos de él son de la época romana entre los siglos I y III después de Cristo.