Algo irrepetible
Toda la gente que se había acercado a mirar estaban entre asombrados, maravillados y estupefactos, había quienes no eran capaces de decir nada y otros que no paraban de comentar todo lo que veían. Ver el canal de Saint-Martin sin agua no era algo que se pudiese ver todos los días y ver el fondo del canal, el suelo, los tesoros que albergaba, la suciedad, los peces aún vivos era algo asombroso.
Había peces gigantes
Nadie se podía creer que bajo las aguas del canal hubiera peces tan grandes como los que estaban viendo allí. Por supuesto no los iban a dejar morir sin agua y el plan para salvarlos fue dejar unos cincuenta centímetros de agua para que todos los peces pudieran sobrevivir, atraparlos, etiquetarlos y trasladarlos a un lugar donde pudieran estar mejor que en el canal mientras realizaban los trabajos de limpieza.