Engañó al médico
Una vez más, esta táctica usada por mujeres de todo el mundo de mentir sobre su edad para que algún médico acceda a ponerles el tratamiento de fecundación in vitro, dio resultado. En aquel momento Lina tenía ya 62 años, sin embargo, no los aparentaba para nada, así pues consiguió engañar al médico diciéndole que tenía 52 años. Él se enteró por la prensa de la edad real de Lina y ella fue a la consulta a explicárselo y pedirle disculpas por engañarle.
Todo salió bien
Por fortuna, esta vez salió todo bien y Lina trajo al mundo a una hermosa niña a la que llamó igual que ella pero a la que llamaban por el diminutivo de “Linita”. Todos en la familia estaban muy contentos y su hermano el que más, que ha disfrutado como un niño pequeño de su nueva hermanita. La prensa rápidamente se hizo eco de la noticia y muchas otras mujeres llamaban a Lina para pedirle consejos sobre cómo ser madre a tan avanzada edad.