Confesiones
Antes de la emisión del documental, se desalentó a la familia de seguir buscando a los presos ya que podría caerles el peso de la ley aun estando cerrado el caso, pero la familia no se rindió. Otra prueba de que el grupo consiguió escapar es la confesión que hizo uno de los 12 hermanos Anglin en su lecho de muerte, asegurando haber tenido contacto con sus hermanos hasta 1987. Incluso llegaron a tener una fotografía de ellos en Brasil, la cual fue examinada por expertos y concluyeron que era muy probable que fueran ellos.
¿Dónde Estaban?
Pero aunque había pruebas de que estaban vivos, el paradero de los tres prófugos era todo un misterio que finalmente se desveló en la carta que escribió John Anglin a la policía en 2013 y que hizo que se reabriera el caso. En ella, Anglin asegura que estuvo en muchos sitios pero la mayoría del tiempo lo vivió en Seatle, que Frank Morris estaba enterrado en Alejandría con otro nombre y que su hermano también había fallecido. En esa carta también explicaba que estaba muy enfermo de cáncer y que se entregaría a cambio de asistencia médica.